domingo, 31 de enero de 2010

Up in the air





Up in the air, de Jason Reitman







No se dejen engañar. Up in the air no es una comedia romántica, ni siquiera es estrictamente una comedia, aunque utilice recursos de ambos géneros. Up in the air es una obra compleja y densa, con personajes llenos de matices y, sobre todo, muy creíbles. Hay humor, por supuesto, y de varias clases: pasa con naturalidad de la ironía más sutil a la risa franca, de la acidez a la ternura. Y hay mucho más.

Es difícil resumir de qué trata exactamente. Muestra un mundo en crisis que se ceba con las personas desesperadas, engañadas y derrotadas. Nos presenta un trabajo inhumano de entrada y a continuación vemos que puede deshumanizarse todavía un poco más, en una espiral aterradora. Pero los triunfadores sólo lo parecen, porque sus opciones para dar sentido a sus vidas son todas igual de falsas: la superficialidad como un refugio, la compañía como carga o como mal menor, la mentira como escape... La soledad aguarda a todos al final.

Jason Reitman dirige un guión magnífico, con diálogos frescos y equilibrados. La historia se enriquece a medida que avanza la película y, cuando parece que el camino nos conduce plácidamente a un final predecible, da un volantazo, cambia el esquema y nos enfrenta con planteamientos nuevos. Los actores acompañan, con un trabajo excelente de Vera Farmiga y, sobre todo, de Anna Kendrick. George Clooney está más que convincente, en un papel a su medida. Quizá, por poner un pero, sea demasiado atractivo para hacer de tiburón. O no, eso va en gustos.

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