domingo, 15 de noviembre de 2009

2012




2012, de Roland Emmerich






Después de los alienígenas de Independence Day y el cambio climático de El día de mañana, Roland Emerich vuelve a llevarnos al Apocalipsis, esta vez con una trama pseudoreligiosa basada en una conocida interpretación del calendario maya de la Cuenta Larga, uno de los tres que utilizaba esta civilización. El calendario toma como fecha de inicio el 13 de agosto de 3114 antes de Cristo. No se sabe por qué eligieron ese día como principio, pero podemos suponer que recordaba algún suceso significativo para ellos, al igual que nosotros empezamos a contar desde el nacimiento de Cristo o los musulmanes comienzan desde la Hégira.

En todo caso, lo curioso de este calendario maya es que dura 1.872.000 días. Haciendo cuentas, llegamos al 21 de diciembre de 2012, fecha en la que el que el calendario se acaba y empezaría otro nuevo. Esto ha dado pie a toda clase de interpretaciones peregrinas, basadas en la extraña idea de que, cuando se acaba el calendario, se acaba el mundo.

2012 tiene unos excelentes efectos especiales, que gustarán mucho a los amantes del cine de catástrofes realistas, grandes explosiones y espectaculares derribos. A los demás, a los que buscan una buena historia bien contada, les aburrirá el argumento, que es simplón, místico, a veces lacrimógeno y bastante incoherente.

La película se estrena tres años antes del fin del mundo. Buena idea. Así les dará tiempo a venderla también en DVD.

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