domingo, 12 de julio de 2009

La proposición



La proposición, de Anne Fletcher


En otra ocasión, a propósito de Nunca es tarde para enamorarse, les hablé de lo poco aficionada que soy a la comedia romántica como género. Sin embargo, en verano la cartelera no da muchas oportunidades, salvo quizá para el público infantil o familiar. Elegí La proposición porque venía avalada por buenas críticas y por cumplir el tópico de que el calor invita a ver algo ligero que no dé mucho que pensar.

La película no engaña, cumple lo que promete, sin más. Anne Fletcher prepara la conocida receta del género: un poco de humor, algo de intriga y bastante azúcar. El argumento tampoco es precisamente original. Tenemos una pareja que empieza odiándose y termina enamorándose, una mentira o un secreto que provoca muchos malentendidos y finalmente se desvela, una mujer dura y fría a quien la familia, el amor y los buenos sentimientos acaban por ablandar… ¿Les suena?

Aceptado ese esquema tan previsible, hay que reconocer que Fletcher lo recrea con eficacia y estilo. La proposición tiene muchos momentos divertidos y un ritmo más que aceptable. Funciona entre los protagonistas eso que llaman química y que parece ser fundamental en este tipo de cine. Y para los que recordamos con cariño a Las chicas de oro, es una oportunidad de ver a Betty White en un papel destacado.

Una advertencia: la película está hecha para lucimiento de Sandra Bullock. Creo que no exagero al decir que no hay escena en la que ella no sea el personaje central. Si usted es de los que no pueden soportarla, absténgase.

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